lunes, 4 de enero de 2016



En primer lugar, se describe el trastorno. Sigue la línea de Linehan, para explicar las 5 áreas en las que las personas con TLP son incapaces de regularse a sí mismas, tal y como lo hacen los demás:
1. Emocional. Es el área principal de desregulación para estas personas.  De hecho, los otros 4 tipos de desregulación resultan de las emociones extremas y rápidas que experimentan, lo que hace que sus reacciones sean imprevisibles. Muchas veces se les juzga por no tener el mínimo de autocontrol que todo el mundo parece tener; pero si se empieza a considerar este rasgo como una característica de su funcionamiento, en lugar de como un error por su parte, o de que no ponen el interés suficiente en controlarse, puede que las personas que les rodean empiecen a sentir algo menos de resentimiento. 
2. Interpersonal. Las personas con TLP desean tener relaciones desesperadamente y están asustadas con la posibilidad de perderlas. La realidad es que al final, mucha gente les abandona. Sus temores no son infundados. Desde fuera, parece difícil entender que sigan haciendo las cosas que hacen que la gente se aleje de ellos. Sin embargo, muchas veces es porque realmente no saben cómo actuar dentro de una relación. Cuando se une una falta de habilidades interpersonales a la desregulación emocional, el resultado es una interacción caótica con los demás.
3. Conductual. Es la que hace que actúen impulsivamente y de forma repetida sin que parezca que aprendan de las consecuencias negativasl. Cualquier cosa que salta a su mente y reduce su emoción incómoda, vale. Dado que las conductas impulsivas reducen su malestar, con el paso del tiempo se convierten en respuestas automáticas a la emoción, es decir, se enganchan en la conducta impulsiva antes incluso de experimentar la emoción dolorosa al completo y sin tomar decisiones conscientemente. El problema no es que no aprendan de sus errores, sino que el impulso por reducir la incomodidad es más fuerte que cualquier otra cosa.
4. Pérdida del sentido del yo. Muchas veces no tienen un sentido de lo que les gusta, de cuáles son sus valores o de quiénes son. Sus emociones, percepciones y conductas son tan cambiantes que no tienen un sentido de continuidad y consistencia de sí mismos. 
5. Cognitiva. “¿Pero en qué estabas pensando?” , es una pregunta que probablemente han escuchado muchas veces. La respuesta es que seguramente no está pensando de la misma forma que los demás. En primer lugar, suelen tener grandes dificultades en controlar su atención. Dado que las emociones interfieren con la habilidad para concentrarse, experimentan dificultades de concentración. Otra característica importante a nivel cognitivo es que en mitad de un caos emocional, pueden tener pensamientos muy extremos, a veces llegando a la paranoia. 
Y todos estos patrones están inter-relacionados: estas personas sienten emociones muy intensamente y no saben cómo regularlas, por lo que a veces cometen actos desesperados e impulsivos para aliviarlas; pero el resultado puede que les lleve al rechazo por parte de los demás y, dado que tienen dificultades para prestar atención a los estímulos importantes y aprender de sus errores, pueden reaccionar atacando de nuevo, llevando a la profecía autocumplida de que la gente se aleja de ellos. El abandono les causa más dolor y confirma su sentido de falta de valía personal. Sin un sentido de sí mismos, la persona va a la deriva, intentando conseguir nuevas parejas, nuevos trabajos, nuevos amigos para ver si alguien o algo encaja con ellos y les ayuda a definir quiénes son.

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